martes, 22 de abril de 2008

El hombre de los pájaros

A simple vista, es el tío más insignificante. Pero ya lo decía en la letra de una de sus canciones con El Último de la Fila: "aunque muy chico y muy feo, piloto de aeroplano soy". A poco más de una década de la disolución de El Último de la Fila, dúo que hizo con Quimi Portet, clásico de los inicios del rock en español, Manolo García hoy viaja en solitario y ha entregado hasta ahora puñados de canciones caleidoscópicas, intimistas, serenas.
Manolo es raro, y al mismo tiempo, tan simple. Con una voz peculiar, con timbres de flamenco, este artista catalán nos cuenta historias que, si tuviera que tratar de definir el efecto que causan, sería como la despedida de Frodo en los Puertos Grises. La melancolía y el gozo perpetuo por la vida están presentes en cada una de sus canciones, en las que se revela como un poeta callejero, sabio y sencillo, que no tiene empacho en decir: "Tengo nostalgia del pasado y del futuro, que hay que joderse. Soy un poco anacrónico y me gusta serlo. Leo cosas antiguas, la rabiosa actualidad me duele un poco. No leo periódicos, no veo televisión, no me interesa lo que cuentan. Llevamos 150 años en que todo se ha acelerado y yo me he quedado atrás, estoy un poco mareado. Me he agarrado a tres o cuatro cosas atemporales y ahí estoy, aferrado como un cachorro a las tetas de su mamá".
Hacen falta más tipos como él. Dudo mucho que algún mozalbete rockero actual pueda escribir algo como esto: http://www.youtube.com/watch?v=Bxbxwxw58UQ

1 comentario:

Los Sueños del niño dijo...

Realmente usted tiene unos gustos muy buenos, musicales, de cine, de lectura y culinarios, cuando sea grande quiero ser como usted